lunes, 14 de marzo de 2011

UN CAMINO SIN TENTACIÓN


“Si queremos vivir bien, amemos más lo que nos promete Dios que lo que nos promete el mundo”     (San Agustín. Serm. 32,14)

En el camino que cada ser humano debe recorrer en este tiempo de Cuaresma encontramos muchas propuestas que de una u otra manera deben marcar nuestra forma de actuar, de pensar y de abrir posibilidades de conversión (Mc 1,15) desde la perspectiva del seguimiento de Jesús. En el inicio de cuaresma en el Evangelio (Mt 6,1-6.16-18) se nos presentan las pautas para recorrer este camino del seguimiento: Limosna (Solidaridad) Oración-Penitencia, Ayuno-compartir, estos tres elementos fundamentales nos brindan nuevas alternativas en este tiempo, pero nosotros hemos reducido todo esto a simples prácticas sin sentido y muchas veces son reducidas a elementos gastronómicos y la cuaresma es algo más, por eso  es necesario que sumamos en verdad los retos que nos plantea la fe como seguidores de Jesús dentro de la Iglesia católica. Este tiempo de cuaresma apunta más hacia la misericordia y el amor en que debemos aprender lo que significa misericordia y no sacrificio: “Vayan y aprendan lo que significa esta palabra de Dios: Me gusta la misericordia más que las ofrendas” (Mt 9,13; Cfr 12,6; Os 6,6).
Pero a pesar de tener la palabra de Dios que nos muestra el camino  que debemos seguir hacia la conversión, muchas cosas nos llaman para que nosotros sigamos al camino de la tentación y de asumir proyectos diferentes al querer de Dios:
1.      Queremos que Dios supla nuestras necesidades, pretendemos que Dios asuma nuestro deber de buscar nuestro sustento para un desarrollo sostenible o que muchos se rindan a nuestros intereses e incluso pretendemos que el mismo Dios sea el responsable de la responsabilidad que no somos capaces de asumir: "Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes."(Mt 4,3) Dios no puede suplir nuestras necesidades humanas, muchas veces queremos que Dios haga por mí lo que no soy capaz de hacer, ni por mí, ni por los demás, por eso frente a esto la postura es la asumida por Jesús: "Está escrito: "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios."(Mt 4,4 Cfr Dt 8,3) esta es la alternativa que nos brinda la presencia de Jesús en nuestra vida y nosotros muchas veces, caminamos en contravía dentro de la Iglesia católica y más aún dentro del cristianismo.
2.      Muchas veces queremos probar a Dios: "Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: "Encargará a los ángeles que cuiden de ti, y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras" (Mt 4,6; Cfr Sal 91, 11-12) Esta afirmación quiere que nosotros seamos capaces de asumir una alternativa diferente a lo que Dios quiere en nuestra vida, querer que Dios asuma por nosotros la tarea de construir un  frente de solidaridad con los más necesitados, nosotros como seres humanos buscamos privilegios asumimos caminos de injusticias y de explotación y someternos a los demás, por nuestra actitudes y por nuestras posturas que ostentan poder para contrarrestar la presencia de Dios, queremos ser de dios creando  conductas irreconciliable en los demás, frente a esto Jesús da una respuesta concreta: Jesús le dijo: "También está escrito: "No tentarás al Señor, tu Dios” (Mt 4,7; Cfr. Dt 6,16).
3.      Ambición: en nuestra condición humana la tentación del poder corrompe y es un camino contrario al querer de Dios, la ambición de poder corrompe el corazón y el pensar humano. El poder entendido como una forma de ambición y de corrupción, ha anquilosado al ser humano, “el hombre anquilosado en su propio poder se vuelve esclavo de sus propias costumbres volviéndose un dictador de sí mismo y de los demás” y es foco  de corrupción: "Todo esto te daré, si te postras y me adoras" (Mt 4,8) Frente a esto la respuesta de Jesús es claro: "Vete, Satanás, porque está escrito: "Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”(Mt 4,10,Cfr. Dt 6,13) Este es el camino que debemos recorrer, para que nuestro ser como religioso cristiano dentro de la Iglesia Católica no se quede en meros formalismos, que es en el fondo lo que hemos hecho a lo largo de nuestra vida para no asumir la responsabilidad que nos corresponde desde el seguimiento de Jesús.
Que nuestro caminar sea un llamado a responder desde nuestra responsabilidad como bautizados  y desde nuestra convicción como seguidores de Jesús y dentro de una institución católica que abre los espacios para vivir de acuerdo al caminar de Dios. Por esta razón ya no es el tiempo de estar a medias, sino de asumir el compromiso que nos corresponde desde nuestra fe y desde la propuesta que nos plantea Jesús en los Evangelios, o nos convertimos de una vez para siempre o seguimos intentándolo toda la vida y sin asumir un reto que en verdad responda al querer de Dios plateado en la tradición bíblica: “Preferible, sin duda, es ir por el camino aun cojeando, a ir bravamente fuera del camino” (San Agustín. Serm. 141,4).

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